De los Viejos Amores aprendí
De los viejos amores aprendí a valorar más al otro; que llorar no significa cobardía, sino todo lo contrario. Es animarnos a demostrar que tenemos vida.
De los viejos amores aprendí a valorar más al otro; que llorar no significa cobardía, sino todo lo contrario. Es animarnos a demostrar que tenemos vida.